Todo tiene un principio y un final. Hoy todos se han llevado a casa el dosier individual que a lo largo de este tiempo hemos ido elaborando.
La evaluación de este proyecto tiene tres partes: por un lado, la observación directa de la reacción de los niños al ponerlos en diversas situaciones, por otro lado una asamblea en la que han contado lo que han aprendido y por último conversaciones con las familias, las cuales son las que mejor pueden valorar si este proyecto ha servido o no para destruir determinados terrores propios de esta edad.
Personalmente tengo que decir que, como maestra, ha sido muy gratificante este trabajo que entre todos hemos ido sacando adelante. Era un proyecto complicado y creo que cuando dicen "nosotros ya no tenemos miedo a nada" y, lo dicen tan convencidos, pienso que realmente ha merecido la pena.
Este es el último proyecto de este curso, pero os espero en el próximo al curso que viene.